Después de su viaje juntos en Japón, P’Gyo descubrió que Bamee, su malvado y hermoso novio, ¡Compró una bonita colección de Yukatas para que él las vistiera!
Ser obligado a probarse un yukata tras otro (¡y ser devorado en cada cambio de ropa!) por su voraz novio hizo que Gyogung se agotara tanto que su sueño dio un giro fantástico a la tierra de la fantasía.